China notifica que mejora su economía por segundo trimestre después del inicio de la pandemia que ellos mismos como gobierno posiblemente difundieron y controlaron. Mientras nos vendían aparatos y cubre bocas n95 y se fortalecían sus multimillonarios portales de venta en línea. Al mismo tiempo de que en el resto del mundo hacen malabares para tapar agujeros que el virus mortal chino dejó a su paso.
La potencia mundial agoniza mientras sufre los embates de ese tiburón que salió del acuario para morder a los turistas. Los daños son incontables, las dolorosas heridas que está haciendo ese cuchillo oriental en la piel del mundo entero son profundas y abundantes.
No nos vamos a acostumbrar a vivir así, con pánico y con la boca tapada, eso es un hecho. Somos tan humanos como indomables.
Muchos gobiernos encierran a su gente, tratando de cuidar la expansión incontrolable del virus configurado para moverse como pez en el agua. Otros hostigan y castigan su economía comprimiendo los mercados hasta dejarlos sin oxígeno, destrozando décadas de crecimiento, desestabilizando familias, sociedades, sumiendo todo en pobreza y hambre. Pero nadie se anima a apuntar el dedo. Es mucho más fácil decir que todo esto fue una casualidad natural por murciélagos y sopa. Pero claro, en el último año de gobierno del presidente que más restricciones económicas le ha impuesto a China no tiene nada que ver en esto. ¿O sí?
¿Serían capaces los responsables del Gobierno Comunista de China de exponer a su propia gente a un virus para tener una cuartada que justifique un ataque silencioso pero letal?
El arte de la guerra, libro escrito por un general y estratega militar chino llamado Sun Tzu ilustra un poco los pensamientos que manejan desde aquellos rincones del mundo, dentro de la muralla más grande del planeta.
Algunas de las enseñanzas fundamentales del libro son que lo ideal es vencer sin luchar y que la guerra se basa en el engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la importancia de saber ajustarse a las condiciones, ser capaces de defender las ventajas, aprovechar las oportunidades y tener claridad de visión y un sólido liderazgo.
Sin duda saben cómo ganar una guerra con estrategia mental y sin tantos misiles ni porta aviones. Por algo hay urgencia en estrechar relaciones con Rusia, mientras que ese mismo país busca hacer alianzas con el resto de América. Hay una especie de cerco que están generando en medio del desastre que armaron. Pero no lo vemos… tal como relata el interesante y popular libro, están usando lo mejor de la estrategia. Mientras que el mundo se divertía en redes sociales y falsa sensación de tranquilidad, elaboraron un plan casi perfecto.
Sin duda no se puede controlar todo, siempre hay cavos sueltos, detalles imposibles de ocultar mucho tiempo. Esto no está terminado y sin duda alguna gran parte de la justicia divina llega con el Karma que todo lo toca.
Esto está lejos de terminar. La llegada de la vacuna que inicie el rescate es solo una de las partes de la rueda ponchada que parcharemos. Es más grande el hoyo por el cual entra viento frio, y los Chinos seguramente también lo pensaron.
Que tan malo puede llegar a ser el hombre, a veces lo vemos en los sádicos abusadores que salen en las noticias. Los que son encarcelados o muchas veces asesinados, otras veces los escuchamos en relatos históricos, pero cuesta entender que exista personas capaces de llevar a un planeta entero a estar contra las cuerdas y aun así sonreír. Es claro que los que comprender el daño y los intereses adjuntos están enojados.
Sin duda habrá respuesta, habrá vacuna y habrá contra ataques. Reitero el análisis debe ser tenido sin subestimar en ningún momento al enemigo y sus alcances.
¿Quién es el enemigo?
Muchos dirán que el virus en su primer etapa, otros dirán que China, otros pueden decir que la naturaleza. Aunque la naturaleza es sabia no puede ser vencida.
La guerra fría inició, los perdedores somos todos, Europa y América desgastando sus políticas y economías. Derrumbando clases y sociedades completas. De África tenemos pocos reportes aunque se dice que dado que su sociedad es más solidaria, colaborativa, con mucha experiencia en el manejo de epidemias y que su población tiene una alta resistencia ante los virus, los han hecho no ser los más golpeados de esta batalla.
Vamos, ahí vamos de a poco llevando al tiburón entre todos a empujones para meterlo nuevamente en el acuario. No vamos a aflojar, no vamos a rendirnos y no vamos a dejar de creer que la información es poder.

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