Si, la cosa tarde o temprano se puede complicar, el cielo se va a poner gris oscuro sobre ti, quizás incluso lo estás pasando. Cuando tocamos ese fondo tan oscuro es que tenemos que tomar aire, quizás llorar un poco y después, poner un objetivo, marcarlo como con un lápiz en nuestra frente.

Si caemos en el pozo, hay que respirar profundo y hacer fuerza con las piernas para tomar impuso y salir a la superficie. SE PUEDE.

No te olvides que la cosa se va aponer realmente difícil, fea. Es normal que en esos momentos sientas MIEDO, lo he vivido y es todo muy confuso. Lo que te salva es la fe, la fuerza, buscar eso que te hace bien, feliz y comenzar a estar cerca, aunque sea un poco.

Eso le da buenos mensajes y vitaminas a tu mente, ahí es donde nace todo lo demás y donde comienza la cura.

Lo oscuro será claro, la falta de oxígeno será aire fresco en tus pulmones. La alegría va a volver.

Eso sí… vas a tener que trabajar, cambiar las cosas que estaban mal en tu camino, ser humilde para reconocer y menos necio a la hora de no aferrarte a los errores. No somos lo que creemos que somos, somos más.

Somos vida y eso es energía. Somos espacio, tiempo, somos cambiantes. No te aferres, deja fluir. Recuerda que el agua de un rio podría chocar contra las rocas, pero prefiere rodearlas y fluir con fuerza para avanzar.