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Andres Vancook

Escuché de boca del rector de una universidad muy costosa, decir que estaban pensando en cambiar su biblioteca (un lugar grande y espacioso, muy bonito) por un espacio digitalizado con computadoras.

Obviamente y al sentirse acompañado por más personas presentes de la prensa, prensó que le aplaudirían y felicitarían por el cambio que estaba pregonando harían.

Lo único que dije fue: Creo que el trabajo de preservar espacios ideales para la concentración en fundamental, aparte de que estaba seguro de que no hay estadísticas que afirmen que un estudiante prefiere leer un libro en digital que en físico.

Al ver que no estaba celebrando con maromas de circo su ocurrencia, y peor aun, se la estaba cuestionando, dijo rápidamente:

- No no no, no quitaríamos nunca la biblioteca, solo pensamos en adecuar un espacio pequeño por si alguien quiere consultar la computadoras.

Es claro que hay menos interés por libros, que hay un cambio generacional con más acceso a contenido por medio de computadoras, celulares o tabletas digitales. Pero eso no quiere decir que las personas estén consumiendo adecuadamente las opciones que la tecnología ofrece.

Lo mismo ocurre en museos, conciertos o clases virtuales. Todo es relativo. Todo depende del interés que se genere entre quien enseña y quien recibe la información.

Esto me presentó una nueva duda. ¿Estamos educando correctamente nuestras almas?

Si, las ALMAS se deben educar para sentir y estar cómodas con el lugar en donde se encuentren los cuerpos.

Teniendo en cuenta que nos enfrentamos a una sobrecarga de información, la cual desata olas de ansiedad y desorientación. Podría asegurar que estamos sobre calentando nuestros sistemas de programación mental a tal grado, que comenzamos a bloquear emociones básicas procedentes de la convivencia.

No es culpa de los jóvenes en la actualidad, es culpa de los sistemas caducados de educación con los cuales contamos. Donde no se le da la mis mínima importancia al sentir. Todo es sobre razonar para el lado que las sociedades se compusieron en el pasado.

Debemos educar a nuestros niños con una visión más humana, mas cercana a lo que es realmente vivir. Para evitar que tomen caminos equivocados, puertas falsas o vivan bajo la oscura sensación de que no están completos. HAY QUE EXPLICAR.

Los niños comprenden, aunque es más cómodo soltar su educación en manos de una computadora que muestra contenidos realizados por gente que lo único que necesita es una visualización para ganar unos centavos.

De ahí la importancia de un profesor o tutor, incluso cuando se trata de clases en línea, la guía humana hace la diferencia.

No se trata de una generación de gente con menos capacidad de atención o asombro. Se trata de personas con mucha oferta informativa y publicitaria al mismo tiempo. Nuestra atención es la misma y nuestra capacidad de asombro varía mientras más recibimos. La basura informativa nos vacuna contra muchas cosas bonitas que deberíamos tener presentes, mientras las eliminamos con tanta repetición de lo mismo.



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